de Sant Kirpal Singh, diciembre 1956
Queridos Hijos de la Luz
Navidad ha llegado ya una vez más. Es un tiempo de gran regocijo porque nos recuerda el nacimiento de Jesucristo. Sin embargo, si queremos aprovechar la oportunidad de la mejor manera posible, debemos meditar al mismo tiempo. Debemos recordar por qué Jesús nació y por qué sacrificó su vida y al mismo tiempo debemos llevar una vida correspondiente porque si lo amamos a él tenemos que seguir sus instrucciones.
Este día debería ser un día de autoreflexión. Entremos, pues, a nuestsro interior, descubramos nuestras debilidades y tratemos de superarlas. Además, deberíamos dejar atrás todas las diferencias y reunirnos en la devoción por el Maestro purificando nuestras almas y limpiando nuestras corazones porque si no lo hacemos no podemos ver el Reino de Dios ni mucho menos entrar en ello.
Si amamos a Dios con todo el corazón, con toda nuestra fuerza y todo el alma, si amamos a nuestros semejantes como a nosotros mismos, si podemos olvidar los prejuicios y diferencias, el odio y los celos, si incluso somos capaces de amar a los enemigos como Jesús que murió en la cruz sin quejarse, entonces todas las otras cosas, se nos darán por añadiduras y lograremos la paz espiritual aquí y allá.
El amor del Maestro por vosotros no tiene límites. El camino es difícil pero El siempre está con vosotros y os guía. Llevad una vida según sus instrucciones, entrad en el interior, practicad la meditación y tan seguro como el sol se levanta todos los días, os conviritéis en los videntes y los oyentes de la Palabra (Poder de Cristo).
Mi amor cariñoso siempre está con vosotros. Deseo a todos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo, lleno de aspiracion y de nuevas decisiones en el camino de regreso hacia Dios y su Reino.