La madre del Sangat

Extracto del Satsang celebrado por Biji Surinder Kaur en St. Gilgen, el 4 de julio de 1999

Biji Surinder Kaur – The Mother of the Sangat (6:18)


When Master hears the cry of the heart, He says,
Cuando el Maestro oye el grito del corazón, dice:

“¡Prepara la tierra!”

Y cuando la tierra está preparada, Él siembra la semilla.

El alma llora:

“Mis ojos anhelan Tu presencia interior, Tu darshan,
ven y dame una lluvia (de Tu gracia)
para que pueda saciar mi sed.
Mis oídos sólo deben escuchar la alabanza de Tu néctar,
y sólo acerca de Tu gracia.”

Cuando hay nubes, hay esperanza de que llueva del mismo modo, cuando el Maestro nos trae agua, también hay esperanza de que podamos beberla.

Al igual que hay esperanza de obtener frutos cuando el árbol está en floración. Cuando nuestro corazón rebosa de recuerdo lleno de amor y añoranza por Él, Él encontrará la manera de venir.

Los bhagats (los realmente devotos) se esfuerzan intensamente y rezan a Él constantemente:

“¿Dónde prepararé Tu cama en mí para que puedas reposar en ella todo el tiempo?
¿Y cómo deberían ser mis ojos para que nadie Te vea cuando vengas?”

“Sólo hay un camino: Ven y escóndete en mis ojos,
para que nadie pueda verte, pero Tú ves a todos.
¡Y si esto tampoco es aceptable para Ti,
simplemente, haz que mi amor por Ti sea muy fuerte!”

Cuando el alma recibe el agua del Maestro desde dentro, ya no puede vivir ni un momento separada de Él.

Bhaji dijo:

“Siqueréis realizar el viaje interior
debéis ser el compañero del Gurmukh,
debéis estar con el Sangat y recibir el néctar divino,
sólo entonces Él estará siempre con vosotros.”

¿Quién puede llamarse feliz?

Quién esté en compañía del Santo.

Y este es también el mensaje de hoy para nosotros:

Debemos estar unidos sólo con nuestro Señor, con nuestro Maestro,
para que Él nos dé su gracia, pero no sólo a nosotros,
Él debe dar Su bendición a toda Su creación.

Cuando dos o tres de nosotros nos sentamos juntos en Su nombre,
Él está con nosotros y escucha la voz de nuestro corazón.

Sólo hay una manera de alcanzar la verdadera paz:

Sentarse bajo Su bandera,
estar bajo Su paraguas de protección
y recibir Su color.

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